14.10.11

Como un niño que amanece
en el vientre ensopado de miedo,
sudando las penurias del sueño. 

Despacio tentando la carne
con sus manos y pies,
averiguando e inquiriendo toda 
eventualidad
todo rellano de piel. 

Ensayando su deleitante imperturbabilidad
todavía soñolientos sus sentidos,
y recalcando la cíclica redundancia
de dos corazones,
al unísono, hermosos. 
          
"no fue un buen día."