18.2.16

App

Recolectar mis comienzos. Acumular lo indefinido. Dos arañazos sobre la pantalla, simetría imperfecta en la superposición gris. Saludos duplicados en cada pestaña, dos, cuatro, seis, ocho, diez, veinte. Veces de silencio, de espera, sin vos. Hace tantos minutos, tantas horas desde que afirma que 1 minuto atrás estabas –¿debería acordarme que miente?–. Emprendo la matemática salvaje sobre tu agenda, sobre tus palabras, sobre los datos y los delirios, ¿dónde estás? Arrastro la mano anémica sobre tu foto, como una caricia sin paz y violenta, atrevida y despreciable, lo que los buenos nunca confesarían, dejarían oculto tras una cortina de indiferencia. Queda compartir sin otro criterio más allá de promover tu ausencia. Todo lo que no seas, todo lo que no puedas ser, mierdas y más mierdas que saturen el feed y me vayan haciendo quedar atrás en tus caminos algorítmicos, que tu ángel digital y el mío se enemisten en proverbial confrontación titánica –¿qué otra cosa podríamos ser en nuestra propia historia?–, disociación de gustos y afinidades, opciones morales y éticas, adorar al demonio y votar a la derecha con tal de ya no estar.

Despreciar mi prosa pausada y caústica por los garrulianos consortes de las estrellas, los metafísicos popes y las cadenas que condenan en sus eslabones más débiles. Sufragar en el constante flujo de los trending topics menos nuestros, nada de ciencia ni cultura ni arte ni snobs ni geeks ni nerds ni libros ni juegos ni pensar. Hacernos cada vez más lejos, más distintos, ir asumiendo estas nuevas pieles sin fotogenia y amigarme por despecho con mi propia cara, con mi cuerpo ensamblado en base a tomas laterales, cambiar de carrera y de sueños. Mentirle a la pantalla cada vez que me pregunte si seguimos siendo amigos, si seguimos compartiendo el mismo murito privado, el revoque suelto de las peleas de mentira y tirarnos curiosidades incatalogables frente a un mundo cerrado a las espaldas de unos pocos en verdad cercanos (todavía tenemos pendientes dividir los bienes raíces de esos adictos me gusta).

El tiempo de perdonar la indiscreción de un desencuentro tangible es un loop perfecto, un círuclo infinito mientras duren nuestros avatares de perfil.

27.10.15

Concluir

Terminar es admitir el cansancio,
clausurar la epidemia de pestañas,
clics sobresaltados
guardar, no guardar, cancelar.
Ensobrar la cosecha
sabiendo que más vale el rastrojo,
los despojos de senderos desatendidos
mejores promesas, más claras pautas,
guerras cruentas a las precisas secuencias
como si se buscara alejarlas
en insensato asedio de días.
Volver sobre el surco para ver
al centro el rastro
de semillas bien plantadas y
futuros baldíos de ocasión.

27.9.15

yéndose en vos

Tenía un poema todo 
dándome vueltas en la cabeza
no sabía si guardar el hambre
qué ropa interior se lleva de entierro?

toma tiempo apurarse
los muertos necesitan plata
para sus duelos impagos
y un puto desodorante en el bolsillo
como si olieran mal las lágrimas 

Es mi tía y mi madre, ser hija es singular
mientras ordenan todos sus muertos
elegí con tiempo, diría
ahora nadie quiere saber de mejores raíces
y ya no se mencionan los costos, está bien

era anfitrión
entre vales de café
hasta que llegara caronte

y quería escaparme a ese poema todo
y tenerte anundada a mi garganta

Eduqué así a mi hijo?
o sino... no querían opción
si hubiera, la vida de verás vivida
te sacan del cuarto, la muerte, ahora

setiembre, un mes sin parcelas,
me atormenta
como un poema que no puedo escribir
aunque los versos ya vayan cayendo
yéndose en vos

23.6.15

Si se pudiera el desconcierto

Si se pudiera escribir el desconcierto
rellenar en pie de guerra
un circuito de almas
un policia de tránsito
en una isla desierta

si se pudiera ahogar el sol
pulsar hasta desaparecerlo
borronearle el contorno
hacer una trampa
robarle el carro

si se pudiera desmontar 
como piezas de encastre
a los cuatro jinetes y sus cascos
como legos, dejarlos pelados de a pie
rojo quiere terrones, 
que suave crin blanca

fuera ese el suceso

17.5.15

no sé si esto es miedo o estar
solo y de repente
vaciarse las tripas en los ojos cerrados
negábase mundo cada párpado aprieta
cada piano eco del pasado
como si ya empieza algo viejo
pero no, no hay oscuro
ni débil ni susto
solo tenue acero de palabras
empuñado por un ciego
que apenas elige 
entiende su irrevocable dolor